Por qué es tan popular el té negro en Europa
El té negro es una variedad de té que se encuentra oxidado en mayor grado que las variedades de té verde, té oolong y té blanco. Este proceso de oxidación le otorga un color y sabor único, además de un contenido de cafeína más alto.
Las propiedades del té negro incluyen:
- Estimulante: El té negro tiene un equilibrio en sus niveles de cafeína, mayores que en otros tipos de té y menores que en el café. Esto permitiría alcanzar un mejor estado de alerta, atención, rendimiento físico y capacidad cognitiva durante el día.
- Fortalece los huesos: Algunos investigadores señalan que consumir té negro ayudaría a desarrollar una mayor densidad ósea, especialmente en mujeres de 65 años o más.
- Antioxidante: Los principales antioxidantes del té negro son los polifenoles, componentes naturales responsables de proteger a las células de la oxidación, reduciendo la probabilidad de proliferación de los radicales libres.
- Digestivo: El té negro es una buena opción cuando se tiene el estómago lleno, ya que actúa directamente sobre el sistema digestivo, facilitando la digestión y purificando el organismo.
- Ayuda a controlar la diabetes: El té negro tiene compuestos fenólicos que ayudan regular la glucemia de la sangre, siendo un buen apoyo en caso de diabetes o prediabetes.
- Disminuye el apetito y favorece la pérdida de peso: El consumo regular de una taza de té negro durante por lo menos unos 3 meses, podría ayudar a disminuir el apetito y acelerar el metabolismo, favoreciendo así la pérdida de peso.
En cuanto a su popularidad en Europa, el té negro llegó a través de Holanda y de los cafeteros de Londres que lo pusieron de moda hacia 1657.
Sin embargo, el consumo de té solo adquirió notoriedad en Europa en los años 1720-1730. Aunque al principio era un lujo excepcional y costoso que sólo disfrutaba la élite, con el tiempo se volvió más accesible y comenzó a formar parte de la vida cotidiana en muchos hogares europeos.
Su sabor fuerte y su mayor contenido de cafeína en comparación con otros tés, junto con la tradición de tomarlo con leche en países como el Reino Unido, han contribuido a su popularidad.